domingo, 15 de junio de 2008

JOSEPH DE ACOSTA: "HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS"


Joseph de Acosta fue un sacerdote español de la orden de los jesuitaas, que en 1571 fue enviado a América a hacer su labor de evangelización a las nuevas colonias españolas, siendo Perú la primero de ellas y donde más tiempo estuvo.
Por ser Joseph de Acosta un ferviente católico, gran parte de lo que escribe está basado en fuentes y teóricos cristianos como San Agustín y las "divinas escrituras", que cita constantemete intentando hacer una relación entre la historia americana y la cristiana.
Al principio del texto, Acosta escribió una aburridísima investigación acerca de la extensión del cielo sobre la tierra, ya que, por lo que entendí, en esa época había muchas dudas sobre cómo era el cielo en el "nuevo mundo". Una de sus concluciones sobre el tema fue que "no está hecho poco, pues hemos salido con que acá tenemos cielo y nos cobija como a los de Europa y Asia y Africa. [...], hallamos que el cielo nos cae tan cerca por el Pirú(sic.) como por España, pues como dice bien San Jerónimo, [...], tan cerca está la puerta del cielo de Bretaña, como de Jerusalén."(1)
La forma más directa de ligar a los pueblos americanos con la idea cristiana la plasma Acosta al hacer sus comentarios sobre las creencias de otras que dicen que en las "divinas escrituras" dice que los españoles estaban destinados a conquistar América y evangelizarlas:

"No falta quien diga y afirme que está profetizado en las Divinas Letras, tanto antes, que este Nuevo Orbe había de ser convertido a Cristo, y eso por gente española. A este propósito declaran el remate de la profecía de Abdías, que dice así:
'Y la transmigración de este ejército de los hijos de Israel, y todas las cosas de los cananeos hasta Sarepta, y la transmigración de Jerusalén, que está en el Bósforo, poseerá las ciudades de Austro, y subirán los salvadores al monte de Sión para juzgar el monte de Esaú, y será el reino para el Señor'".(2)

Tras esto Acosta remata diciendo que "quien quisiere declarar en esta forma la profecía de Abdías, no debe ser reprobado, pues es cierto que el Espíritu Santo supo todos los secretos tanto antes, y parece muy razonable que de un negocio tan grande como es el descubrimiento y conversión a la fe de Cristo, del Nuevo Mundo, haya alguna mención en las Sagradas Escrituras"(3), dando a entender que esta de acuerdo con tal teoría.
En el capítulo 19, la mortificación del padre Acosta recae en querer saber cómo llegaron los indios a las tierras americanas, para saberlo investigó mucho y concluyó que "se puede colegir que hayan pasado los indios a poblar aquella tierra, más por camino de tierra que de mar, o si hubo navegación, que fue no grande ni dificultosa, porque en efecto debe continuarse el un orbe con el otro; o a lo menos estar en alguna parte muy cercanos entre sí."(4)
Al final del texto habla de la opinión de algunos, que afirmaban que los indios americanos eran descendientes de los judíos, plasmando de esta forma lo que pensaba tanto de los judíos como de los indios:

"Que procedan los indios de linaje de judíos, el vulgo tiene por indicio cierto el ser medrosos y descaídos, y muy ceremoniáticos y agudos, y mentirosos. Demás deso dicen que su hábito parece el propio que usaban los judíos, porque usan de una túnica o camiseta y de un manto rodeado encima, traen los pies descalzos o su calzado es unas suelas asidas por arriba, que ellos llaman ojotes."(5)

Este libro, a mi parecer, fue escrito por Joseph de Acosta pensando en un público español (o europeo) y cristiano, ya que en todo momento trata de ligar la cristiandad con la historia americana, y a mi parecer hace ver a los indios como seres de poca razón a los que tiene que ayudar convirtiéndolos al cristianismo:

"Y no es de maravillar faltándoles libros y escritura, en cuyo lugar aquella su tan especial cuenta de los quipocamayos, es harto y muy mucho que pueda dar razón de cuatrocientos años. Haciendo yo diligencia para entender de ellos, de qué tierras y de qué gente pasaron a la tierra en que viven, hallélos tan lejos de dar razón de esto que antes tenían muy llano que ellos habían sido creados desde su primer origen en el mismo Nuevo Orbe, dónde habitan, a los cuales desengañamos con nuestra fe, que nos enseña que todos los hombres proceden de un primer hombre."(6)

CUERPO DE CITAS:
1) Joseph de Acosta, "Historia Natural y Moral de las Indias", Edmundo O´Gorman (ed.), México, Fondo de Cultura Económica, 1985 (Biblioteca americana, 38) pp.24-25.
2) Ibid. p.44.
3) Ibid. p.45.
4) Ibid. p.58.
5) Ibid. p.61.
6) Ibid. p.64.

sábado, 14 de junio de 2008

EL CANTAR DE ROLDÁN


Las crónicas en "El Cantar de Roldán" están escritas de tal forma que hace pensar que los hechos se van dando para que al final se haga la justicia divina. Primero se describe cómo se dan las traiciones de Marsil y Ganelón. Posteriormente narra las valientes hazañas de Roldán, Oliveros y los Doce Pares de Francia en batalla de Roncesvalles. Finalmente, Carlomagno hace justicia vengando la muerte de Roldán, conquistando Zaragoza y poniendo en alto al cristianismo, sobre los musulmanes.
La intensión del autor de este cantar de gesta es resaltar la valentía del conde Roldán y la grandeza de Carlomagno y su imperio. Eso se constata en el cantar LXXXVIII, que dice:

"Al ver Roldán que habrá batalla, se torna más fiero que el leopardo o el león. E interpela a sus francos y a Oliveros:
- ¡Señor compañero, amigo, no habléis de esta manera! El emperador que nos dejó franceses nos ha escogido estos veinte mil, y sabía que ninguno de ellos es cobarde. Por su señor deben soportar grandes males, sufrir grandes calores y grandes fríos, perder sangre y carne, [...]".(1)

A Roldán siempre lo describe como un hombre que, aunque es un poco imprudente, tiene un gran valor y amor hacia Dios y Francia, además de ser un gran defensor del cristianismo. Esta es otra característica de la obra, poner a la religión cristiana como la única buena y verdaderamente de Dios, y hace ver a los musulmanes como malos e infieles. Esto lo observamos al final de la obra, en el cantar CCLXV, cuando Carlos gana la batalla: "Muertos [...] son los infieles, y Carlos ha ganado la batalla. De Zaragoza la puerta ha sido derribada; sabe que ella ya no será defendida. Toma la ciudad [...] Quien obtiene la ayuda de Dios, bien acaba sus tareas".(2)
Otra intención del autor al escribir esta obra es no dejar en el olvido la batalla de Roncesvalles, dónde valerosamente miles de hombres dieron sus vidas en nombre de Francia y del cristianismo. Un ejemplo de esto está en el cantar CXXVI: "La batalla es maravillosa y grande. Los franceses hieren con sus lanzas bruñidas. ¡Si hubieseis visto tanto dolor: tantos hombres muertos, heridos, ensangrentados! Yacen el uno sobre el otro, cara al cielo o rostro a tierra. Los sarracenos no pueden por más tiempo sostenerse. Quieran o no, abandonan el campo. Y los franceses, con todo arrojo, van dándoles caza".(3)
La cosmogonía cristiana se manifiesta en el hecho de que todos los actos de los protagonistas están ligados a Dios y/o hechos en su nombre. Además, se recalca constantemente que Dios está del lado de los cristianos y es por eso que triunfan ellos y no los musulmanes. También se ve al emperador como un elegido de Dios, incluso se narra la supuesta llegada de San Gabriel para darle mensajes a Carlos, algo que se interpreta como verdadero. Lo anterior lo podemos leer en el cantar CCXCI, que dice:

"Cuando el emperador hizo justicia, y aplacada la cólera, hizo cristiana a Abramia. El día declina. La noche se tornó oscura. El rey se acostó en su cámara de bóveda. De parte de Dios, San Gabriel viene a decirle:
¡Carlos, convoca a tus huestes por todo el imperio! Aviva fuerza te presentarás en la tierra de Bira; socorrerás a la ley Bibiano en su ciudad de Edesa, donde los infieles le han cercado. Allí los cristianos te llaman y te reclaman.
El emperador no hubiera querido ir
-¡Dios!-dice-¡Qué de penas en mi vida!
Derraman lágrimas sus ojos y se mesa su barba blanca".(4)

Para terminar, al leer este cantar de gesta, pienso que las virtudes que el autor cree que un hombre debe tener son la valentía, la lealtad y el amor de Dios y a su señor. Esto lo podemos constatar cuando juzgan y condenan a Ganelón, a quien retrataron como un traidor, envidioso, hipócrita y vengativo.

CUERPO DE CITAS:
1) Anónimo, "El Cantar de Roldán", versión de Felipe Teixidor, México, Porrúa, 1992 (Colección "Sepan cuantos...", 279), p.34.
2) Ibid., p.88.
3) Ibid., p.46.
4) Ibid., p.96.

jueves, 12 de junio de 2008

SUETONIO: "Los doce césares" (Biografías de los Flavios)


Suetonio(69-140) fue un historiador y biógrafo romano que estudió literatura y retórica, y ejerció la abogacía. Gracias a su amigo Olinio el Joven, ocupó diferentes puestos importantes dentro de la burocracia imperial. En 122 Adriano lo corre de la corte y Suetonio se retira a la vida privada, así empezó a escribir sus obras. Su libro más importante es "Los doce césares" en el cual narra las vidas de los doce emperadores de Roma, a partir de Julio César, hasta Tito Flavio Domiciano.
A continuación haré un análisis historiográfico de las boigrafías de los tres último césares de su libro, quienes pertenecieron a la estirpe Flavia(Tito Flavio Vespaciano, Tito Flavio, Tito Flavio Domiciano). En sus biografías narra el ascenso de lso Flavios al trono, sus buenas y malas obras como emperadores y su descenso.
En la obra lo que causa y explica el devenir histórico, son las señales divinas que anuncian el destino de los héroes, como los Flavios. Esto se pued eobservar en el capítulo V de la biografía de Vespaciano, al narrar Suetonio que "existía una encina vieja consagrada a Marte cada vez que Vespacia dio a luz allí, la encina produjo un retoño, indicio cierto de los destinos del niño que había nacido, el primero fue débil y se secó rápidamente: así la niña nacida no pasó del año; el segundo, robusto y grande, prometía gran prosperidad; el tercero fue tan fuerte como un árbol. Sabino, padre de Vespaciano, fue, a lo que dicen, bajo la fe de un arúspice, a denunciar a su madre que le había nacido un nieto que llegará a emperador".(1)
También esto se observa en el capítulo XXIII de la biografía de Domiciano: "Poco antes de su muerte, una corneja posada sobre el Capitolio había dicho en griego "todo irá bien".(2)
Toda la orba de Suetonio trata sobre grandes hombres de la historia romana, pienso que al escribir sus biografías, el autor pretendió explicar el origen de estos hombres que gobernaron Roma, y explicar las razones (divinas) por las que llegaron a desempeñar tal cargo, dando a entender que fue el destino quien los colocó y quitó del trono. Además, el narrar las grandes hazañas de estos heroes es una forma de engrandecer la imagen de Roma ante el mundo.

CARACTERÍSTICAS DE LA HISTORIOGRAFÍA ROMANA EN "LOS DOCE CÉSARES"

La narración, con base en los annales se puede observar cuando Suetonio narra el nacimiento, ascenso al trono y muerte de los césares. En el capítulo II de la biografía de Vespaciano dice: "Vespaciano [...] nació en el país de los sabinos [...] el 15 de las calendas de diciembre".(3)
Otro ejemplo está en el capítulo XVII de la biografía de Domiciano, al decir que "les asesinaron el 14 de las calendas de octubre, a los 45 años de edad [...]".(4)
El recurso retórico, característico de la historiografía romana y griega, se puede observar con mayor claridad en el capítulo XI de la biografía de Vespaciano, cuando Suetonio narra: "Asustado él mismo por la atrocidad del castigo, quso prevenir su mal efecto e intercedió por ellos en estos términos [...]: permitid, padres conscriptos, que reclame de vuestro afecto una cosa que bien sé ha de concederme difícilmente y es que los condenados puedan elegir su género de muerte. Os liberaréis así de presenciar un espantoso espectáculo, y todo el mundo comprenderá que asistía yo al Senado".(5)
El triunfalismo y la importancia de los grandes hombres en la historiografía romana lo podemos constatar con claridad en el capítulo V de la biografía de Tito Flavio, en el siguiente párrafo: "En el sitio de Jerusalén mató de doce flechazos a doce defensores de la ciudad, se apoderó de la misma [...]; el júbilo de los soldados fue indescriptible [...] en los vitores le llamraon todos a una imperator".(6)
La importancia de los testimonios como válidos y verdaderos se observa en el siguiente párrafo de la bografía de Vespaciano: "Se decía, generalmente, que eran para él como esponjas que sabía llenar y estrujar sucesivamente. Dicen algunos que esta avaricia era ingénita en él, y se la censuró un día cierto viejo vaquero [...]".(7)
Se puede constatar la importancia de la historia política en la biografías de Suetonio, al narrar algunos hechos bélicos donde participaron los protegonistas como por ejemplo, el del siguiente párrafo del capítuilo V de la biografía de Domiciano: "Dio fin, sin salir de Roma y co singular fortuna, a la guerra civil sicutada por L.Antonio, gobernador de la Alta Germania; [...]. Los presagios de esta victoria precedieron en Roma a la noticia, pues el mismo día de la batalla un águila gigantesca rodeó con sus alas la estatua del emperador, [...]"(8); párrafo en el que también se constata el carácter triunfalista de la historiografía romana.

CUERPO DE CITAS:
1) Suetonio, "Los doce césares", introducción de Francisco Montes de Oca, México, Porrúa, 1995 (Colección, "Sepan cuantos..."197), p. 173.
2) Ibid., p.196.
3) Ibid., p.171.
4) Ibid., p.195.
5) Ibid., p.192.
6) Ibid., p.182.
7) Ibid., p.177.
8) Ibid., p.189.

miércoles, 11 de junio de 2008

TUCÍDIDES: "La Guerra del Peloponeso" (Libro I)


Tucídides (460-400 a.C.) fue un militar y estratega ateniense que, tras fracasar en la batalla de Anfípolis, fue mandado al exhilio durante veinte años, tiempo durante el cual escribió su obra.

¿QUE ENTIENDE TUCÍDIDES POR HISTORIA?
Tras leer el Libro I de "Historia de la Guerra del Peloponeso", concluyo que Tucídides entiende que historia son sólo aquellos acontecimientos, que por su grandeza y legado a la sociedad, son dignos de ser investigados y escritos; como es el caso de la guerra del Peloponeso, la cual, según el, "es la mayor de cuantas los griegos tuvieron dentro y fuera de su patria".(1)

OBJETIVO QUE PERSIGUE TUCÍDIDES
El objetivo al escribir sobre esta guerra es, además de plasmar la verdad absoluta de lo acontecido, dejar un legado a las próximas generaciones: "mi intención no es componer farsa o comedia que dé placer por un rato, sino una historia provechosa que dure siempre".(2)

VISIÓN QUE TIENE DE ESPARTA
Para mí fue obvia la preferencia de Tucídides hacia las ideas políticas y personalidad del pueblo ateniense. Sin embargo, intentando tener una posición imparcial y objetiva , en el primer capítulo dio a conocer algunos acontecimientos que dan una imágen positiva de Lacedemonia.
En una parte del texto describe a los lacedemonios como vanguardistas, al decir que "fueron los primeros de todos, hasta las costumbres de ahora, en usar vestido llano y moderado [...] Y fueron los primeros que por luchar se desnudaron los cuerpos, despojándose en público, y que se untaron con aceite antes de ejercitarse..."(3), en los juegos Olímpicos.
En otro párrafo compara a la cuiudad de Esparta con las localidades de la antigua Grecia, comentando la grandiosa evolución de Lacedemonia. También da crédito a los espartanos de ser los caudillos de los griegos durante la guerra con los medos.
Sin embargo, al final de este capítulo, Tucídides nos hace ver su posición en el conflicto al afrmar que la causa principal de la guerra del Peloponeso "fue el terror que los lacedemonios tuvieron de los atenienses, viéndolos tan poderosos en tan breve tiempo".(4)
Pienso que la visión que Tucídides tenía de los espartanos la plasma mejor y sin tapujos en los capítulos VII, VIII y IX. En el capítulo VII los describe como indecisos y poco atrevidos para tomar decisiones con respecto a las guerra. Esto lo concluyo tras leer frases en los discursos que según Tucídides hicieron los corintios en el Senado de los lacdemonios, como por ejemplo: "Ahora bien, lacedemonios; vosotros solos de todos los griegos estais quietos, y en ocio, y en reposo, no queriendo vengar las violencias con la fuerza sino con la tardanza".(5)
En el capítulo VIII, da otra muestra de lo que piensa de los lacedemonios, dando a entender que son unos egoistas y envidiosos, al mencionar en el supuesto discurso de los atnienses ante el Sendado espartano una anécdota en que estos últimos fueron a auxiliar a los atenienses "no tanto por nuestra causa, cuanto por la vuestra, y despúes que os visteis a salvo, no curasteis más de ayudarnos".(6)
Sin embargo, en el capítulo, que trata sobre el discurso de Arquidamo (rey de los lacedemonios) escribe otro punto de vista de la personalidad de los espartanos, dscribiendolos de alguna manera, como estrategas y cautelosos en cuestiones de la guerra.
Como conclusión, pienso que por ser ateniense, fue difícil para Tucídides plasmar una visión más favorecedora de los lacedemonios, aunque como dije en un párrafo anterior, intentando ser imparcial y objetivo, plasmó también razgos positivos de la personalidad y estilo de vida del pueblo espartano, nivelando un poco la percepción que se podía tener sobre ellos.

CUERPO DE CITAS:
1) Tucídides, "Historia de la guerra del Peloponeso", traducción de Diego Gracían, prólogo de Edmundo O´Gorman, México, Porrúa, 1975 (Colección "Sepan cuantos..."), Libro I, p.2.
2)Ibid., p.10.
3)Ibid., p.4.
4)Ibid., p.11.
5)Ibid., p.30.
6)Ibid., p. 33.

domingo, 8 de junio de 2008

CRITÓN O DEL DEBER


Critón o del deber es uno de los más famosos diálogos de Platón, ya que en éste se plantea la importancia del deber del ciudadano ante el Estado y ante las situaciones justas e injustas de la vida.
Este diálogo se desarrolla dentro de la celda de Sócrates en prisión, a donde llega Critón, con la intención de convencer a Sócrates de huir de tal lugar y salvar su vida.
En este trabajo se analiza cual es la intencionalidad del autor al escribir este diálogo de la forma mas crítica posible, llegando también a una conclusión crítica del mismo.
El objetivo del diálogo de Critón o del deber es hacer reflexionar al lector si el deber y obligación del ciudadano es someterse a las leyes del estado sin objeción alguna, aunque se cometa una injusticia y hasta te cueste la vida.
Critón pretende que Sócrates escape de prisión y huya de Atenas yéndose a una ciudad en el extranjero, lo cual es un error, ya que le da argumentos débiles que no convencen a Sócrates, pues no es como cualquier reo, es un ser moral que sabe perfectamente que su deber es quedarse ahí y someterse a las leyes, aunque su juicio sea injusto y no merezca la muerte.
En este texto se plasma la manera de pensar de Platón en muchos aspectos, unos de los más importantes es su opinión sobre el vulgo, dando una especie de crítica al sistema democrático, donde todos y no solo los sabios filósofos tienen poder de decisión.
Este diálogo se desarrolla dentro de la celda dónde vive Sócrates esperando el momento de su muerte. Ahí llega muy temprano Critón, quien es uno de sus discípulos, y cuando Sócrates despierta trata de convencerlo de escapar de prisión, ya que tiene noticias de que su muerte está próxima a realizarse. Para convencerlo plantea argumentos que muy probablemente hubieran convencido a otros reos, pero no a Sócrates: “[…] en primer lugar, la suma que se pide por sacarte de aquí no es de gran consideración. Por otra parte, sabes la situación mísera que rodea a los que podrían acusarnos y el poco sacrificio que habría de hacerse para cerrarles la boca; […]. A cualquier parte del mundo a donde tú vayas serás siempre querido. […]. Además, Sócrates, cometes una acción injusta entregándote tú mismo, cuando puedes salvarte, y trabajando en que se realice en ti lo que tus enemigos más desean en su ardor por perderte. Faltas también a tus hijos, porque los abandonas cuando hay un medio de que puedas alimentarlos y educarlos. ¡Que horrible suerte espera a estos infelices huérfanos! […]. Te confieso, Sócrates que me da vergüenza, por ti y por nosotros tus amigos, que se crea que todo lo que está sucediendo se ha debido a nuestra cobardía”. 1
Critón da mucha importancia a lo que pudiera pensar la gente si Sócrates muere, piensa que lo juzgaran por no haberlo ayudado a pesar de que tiene una fortuna. Sócrates acertadamente responde a Critón diciéndole que “no debemos curarnos de lo que diga el pueblo, sino sólo de lo que dirá aquel que conoce lo justo y lo injusto, y éste juez único es la verdad. Ves, por esto, que sentaste malos principios cuando dijiste al principio que debíamos hacer caso de la opinión del pueblo sobre lo justo, lo bueno, y lo honesto y sus contrarias.” 2
De esta forma Sócrates pretende hacerle entender a Critón que no hay que hacer tanto caso de lo que dice el pueblo, ya que aunque hay personas que sí merecen respeto y atención por su inteligencia y conocimiento de lo justo, la gran mayoría de la gente no merece ningún respeto pues no tiene idea de que es lo justo y lo injusto, a pesar de que tienen poder de decisión. Haciendo de esta forma Platón, el autor de éste diálogo, una crítica a la democracia ateniense.
En la segunda parte del texto, Sócrates utiliza su conocido método de la mayéutica para hacerle entender a Critón qué es lo justo y lo injusto, y si es o no justo que el huya de la prisión: “en el momento de la huida o, si te agrada más, de nuestra salida, si la ley y la república misma se presentasen delante de nosotros y nos dijesen: ‘Sócrates, ¿Qué vas a hacer? ¿La acción que preparas no tiende a trastornar, en cuanto de ti depende, a nosotros y al Estado entero?’ ¿Qué podríamos responder, Critón, a este cargo y otros semejantes que se nos podrían dirigir? Porque ¿qué no diría, especialmente un orador, sobre esta infracción a la ley, que ordena que los fallos dados sean cumplidos y ejecutados? ¿Responderemos nosotros que la república nos ha hecho injusticia y que no ha juzgado bien?”3 Ante estos cuestionamientos Critón responde que sin duda eso dirían, pero Sócrates le responde “¡Qué! – dirá la ley ateniense -, ¿Sócrates, no habíamos convenido que tu te someterías al juicio de la república? […] ¿no soy a la que debes la vida? […] Exactamente, diría yo”4.
De esta forma Sócrates da a entender que no debes escapar del juicio de la ley cuando haz aceptado de antemano que perteneces y crees en el Estado y su gobierno. Además, da a entender que si escapara, todas sus doctrinas, filosofía y conocimiento que se había dedicado a divulgar por toda Atenas, se las hubiera llevado el viento, puesto que el no las cumpliría, actuaría de manera contradictoria.
De esta forma, al final Critón termina dándole la razón a Sócrates, aceptando su triste destino.

CONCLUSIONES
Estoy de acuerdo con este diálogo de Platón en cuanto a que hay que ser congruentes con nosotros mismos y coordinar nuestras acciones con nuestras ideas.
Pero pienso que no porque un determinado grupo de personas establece una serie de códigos aceptados como justos por el resto de la sociedad, quiere decir que realmente todo lo escrito en esos códigos sea realmente justo.
Por esto, pienso que no en todas las situaciones es nuestro deber someternos obedientemente y sin objeciones a las leyes del Estado.

CUERPO DE NOTAS:
1) Platón, Diálogos, estudio preliminar de Francisco Larroyo, México, Editorial Porrúa (Colección “Sepan cuantos…” núm. 13), p. 22.
2) Ibíd. p. 24.
3) Ibíd. p. 26.
4) Ibíd. p. 26.