sábado, 14 de junio de 2008

EL CANTAR DE ROLDÁN


Las crónicas en "El Cantar de Roldán" están escritas de tal forma que hace pensar que los hechos se van dando para que al final se haga la justicia divina. Primero se describe cómo se dan las traiciones de Marsil y Ganelón. Posteriormente narra las valientes hazañas de Roldán, Oliveros y los Doce Pares de Francia en batalla de Roncesvalles. Finalmente, Carlomagno hace justicia vengando la muerte de Roldán, conquistando Zaragoza y poniendo en alto al cristianismo, sobre los musulmanes.
La intensión del autor de este cantar de gesta es resaltar la valentía del conde Roldán y la grandeza de Carlomagno y su imperio. Eso se constata en el cantar LXXXVIII, que dice:

"Al ver Roldán que habrá batalla, se torna más fiero que el leopardo o el león. E interpela a sus francos y a Oliveros:
- ¡Señor compañero, amigo, no habléis de esta manera! El emperador que nos dejó franceses nos ha escogido estos veinte mil, y sabía que ninguno de ellos es cobarde. Por su señor deben soportar grandes males, sufrir grandes calores y grandes fríos, perder sangre y carne, [...]".(1)

A Roldán siempre lo describe como un hombre que, aunque es un poco imprudente, tiene un gran valor y amor hacia Dios y Francia, además de ser un gran defensor del cristianismo. Esta es otra característica de la obra, poner a la religión cristiana como la única buena y verdaderamente de Dios, y hace ver a los musulmanes como malos e infieles. Esto lo observamos al final de la obra, en el cantar CCLXV, cuando Carlos gana la batalla: "Muertos [...] son los infieles, y Carlos ha ganado la batalla. De Zaragoza la puerta ha sido derribada; sabe que ella ya no será defendida. Toma la ciudad [...] Quien obtiene la ayuda de Dios, bien acaba sus tareas".(2)
Otra intención del autor al escribir esta obra es no dejar en el olvido la batalla de Roncesvalles, dónde valerosamente miles de hombres dieron sus vidas en nombre de Francia y del cristianismo. Un ejemplo de esto está en el cantar CXXVI: "La batalla es maravillosa y grande. Los franceses hieren con sus lanzas bruñidas. ¡Si hubieseis visto tanto dolor: tantos hombres muertos, heridos, ensangrentados! Yacen el uno sobre el otro, cara al cielo o rostro a tierra. Los sarracenos no pueden por más tiempo sostenerse. Quieran o no, abandonan el campo. Y los franceses, con todo arrojo, van dándoles caza".(3)
La cosmogonía cristiana se manifiesta en el hecho de que todos los actos de los protagonistas están ligados a Dios y/o hechos en su nombre. Además, se recalca constantemente que Dios está del lado de los cristianos y es por eso que triunfan ellos y no los musulmanes. También se ve al emperador como un elegido de Dios, incluso se narra la supuesta llegada de San Gabriel para darle mensajes a Carlos, algo que se interpreta como verdadero. Lo anterior lo podemos leer en el cantar CCXCI, que dice:

"Cuando el emperador hizo justicia, y aplacada la cólera, hizo cristiana a Abramia. El día declina. La noche se tornó oscura. El rey se acostó en su cámara de bóveda. De parte de Dios, San Gabriel viene a decirle:
¡Carlos, convoca a tus huestes por todo el imperio! Aviva fuerza te presentarás en la tierra de Bira; socorrerás a la ley Bibiano en su ciudad de Edesa, donde los infieles le han cercado. Allí los cristianos te llaman y te reclaman.
El emperador no hubiera querido ir
-¡Dios!-dice-¡Qué de penas en mi vida!
Derraman lágrimas sus ojos y se mesa su barba blanca".(4)

Para terminar, al leer este cantar de gesta, pienso que las virtudes que el autor cree que un hombre debe tener son la valentía, la lealtad y el amor de Dios y a su señor. Esto lo podemos constatar cuando juzgan y condenan a Ganelón, a quien retrataron como un traidor, envidioso, hipócrita y vengativo.

CUERPO DE CITAS:
1) Anónimo, "El Cantar de Roldán", versión de Felipe Teixidor, México, Porrúa, 1992 (Colección "Sepan cuantos...", 279), p.34.
2) Ibid., p.88.
3) Ibid., p.46.
4) Ibid., p.96.

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